Un día el lápiz escribió un poema que tardo una semana en escribir y después vino la goma y le borró el poema. El lápiz pegó a la goma.
Después de mucho tiempo, el lápiz y la goma se hicieron amigos. A partir de ese día existen lápices con la goma incorporada en la parte de arriba del lápiz. El lápiz y la goma viven juntos como hombres y mujeres.
Abdulaziz Al Mustafa